La falta de recursos en escuelas rurales inspiró a Edgardo Mundaca, del Departamento de Astronomía, a crear una herramienta científica, como el microscopio, con materiales cotidianos. Hoy lo que comenzó como una respuesta a la desigualdad educativa, es una iniciativa de divulgación científica conocida a nivel internacional y un proyecto en desarrollo apoyado por la Facultad de Ciencias USerena.

“Dentro de la historia de Edgardo Mundaca, él tuvo una experiencia en especial, donde mostró los laboratorios y los microscopios de la universidad a profesores de escuelas rurales. Quedaron encantados”, relata Rodomiro Osorio, académico USerena y parte del proyecto Micro-Hoek, quien cuenta cómo surgió la idea.
Cuando los profesores se iban, dijeron algo clave. “David contó que lo miraron con un dejo de tristeza y dijeron: profesor, nosotros no tenemos ni un microscopio”, detalla Osorio.
A partir de allí, Edgardo David Mundaca, paradocente del departamento de Astronomía, tuvo la idea de fabricar un microscopio que fuera accesible a todo el mundo.

En un país donde un microscopio básico puede costar más de 200 mil pesos, y uno profesional superar los dos millones, Micro-Hoek ofrece una respuesta contundente: la ciencia también se puede construir con las manos, la cabeza… y un tubo de cartón.
Los estudiantes ya fabrican sus propios microscopios
Con un tubo de papel higiénico, una pila de reloj, una luz LED y el lente de un lector de DVD, el Micro-Hoek permite ver células y organelos en la pantalla de un celular. Su impacto ha sido profundo: ha llegado a más de 30 colegios este año solo en la Región de Coquimbo, y se ha replicado en escuelas de Argentina, México, Colombia e incluso España.

“Las visitas escolares a la Universidad de La Serena han aumentado exponencialmente. Aparte de los 30 colegios que participan este año, otros 25 quedaron en lista de espera solo por falta de capacidad ya que es mucha demanda”, explica David.
“Micro-Hoek es el capturador de imágenes microscópicas más barato del mundo. Lo usamos para enseñar lo micro, y lo complementamos con telescopios para mostrar lo macro”, explica Mundaca.
Este año, el proyecto se expandió para incorporar el apoyo del Departamento de Astronomía, titulándose: “Del microscopio al telescopio: De la vida dentro de una gota de agua a las estrellas lejanas”.
Gracias a esto, sumaron talleres de astronomía y óptica, donde estudiantes conocen desde los principios de la luz hasta cómo captamos imágenes del Universo. Como en el Colegio Teresa Videla, donde el equipo realizó dos charlas masivas a estudiantes de enseñanza media y mostró stands en el patio del colegio a todos los presentes.

Además, participaron estudiantes USerena: Jesús Fuentes y Ross Véliz de Pedagogía en Biología y Ciencias Naturales, así como Francisco Blanco y Ayline Rojas de Licenciatura en Astronomía.
“Enseñamos cómo funcionan los telescopios, qué tipos de lentes, filtros y cámaras usamos. Y además de eso tenemos charlas donde les enseñamos a todos los estudiantes alguna parte del Universo. En mi caso yo siempre tengo mi charla de la Historia del Tiempo, donde les narro cómo comenzó el Universo desde antes del Big Bang hasta el día de hoy”, cuenta Kathia Hernández, jefa del Laboratorio de Astronomía USerena.
“El conocimiento técnico estaba ahí: los lentes, la luz, la óptica. Pero lo esencial fue la motivación social de Edgardo, esa convicción de que la ciencia debe estar al alcance de todos”, comenta el académico Rodomiro Osorio.
Para quienes quieran replicar el invento, el manual de construcción del Micro-Hoek está disponible en línea de manera gratuita.