[Opinión] Necesitamos urgentemente comunicación pública efectiva de la ciencia para vencer al COVID19

La coordinadora del Núcleo de Comunicación Científica de la Facultad de Ciencias y directora técnica del Lab COVID19 ULS, Dra. Marcela Gatica, fue invitada por el Programa Explora Coquimbo a escribir una columna de opinión en el marco del Festival de la Ciencia 2020

Revisa la versión original de la columna aquí

Desde hace mucho tiempo la ciencia no está en el debate público con la misma intensidad que lo está educación, salud o economía. Razones podemos mencionar muchas, desde una mirada economicista y cortoplacista, que reduce al quehacer científico solamente a lo que tenga que ver con aumentar la productividad; hasta que científicas y científicos- acorralados por un sistema que mide nuestro trabajo sólo en base a cuántos artículos publicamos- nos hemos ido alejando del debate público, dejándolo sólo en manos de autoridades y el parlamento, y nos hemos ido encerrando en nuestras investigaciones.

La pandemia por COVID19 llega a nuestro país en un momento político y social muy especial, y, como una bofetada en la cara, nos recuerda, una vez más, las enormes brechas sociales que tenemos en Chile, muchas de las cuales, probablemente, se verán tremendamente acrecentadas por esta crisis sanitaria y económica y por las desigualdades de acceso a tecnologías digitales que impactan directamente a estudiantes escolares y de educación superior.

Si hay algo que la pandemia también ha puesto sobre relieve, es la urgente y constante necesidad que tenemos de educar científicamente a nuestra población. Basta con mirar los datos de las “Encuestas Nacionales de Percepción Social de la Ciencia y Tecnología” de CONICYT (hoy ANID) para observar que, si bien la comunidad tiene la percepción de que la ciencia es algo relevante, no sabe por qué y no ve cómo esta se conecta con nuestro día a día. Hoy es cosa de salir a la calle o encender la TV para darse cuenta de que muchísima gente, incluidas algunas autoridades, no usan la mascarilla en forma apropiada; no tiene internalizado que no debe tocarse la cara después de tocar cualquier superficie o no mantiene las distancias físicas correctas. Ni hablar de las reuniones sociales que se han acrecentado sin las precauciones mínimas.

Durante estos meses de pandemia como Facultad de Ciencias y como Universidad de La Serena, cumpliendo nuestra función de Institución pública y con mirada comunitaria, hemos realizado un enorme despliegue comunicacional dirigido a diversos tipos de público, tratando de aportar con un grano de arena a que la comunidad esté más informada acerca de por qué y cómo podemos protegernos de forma apropiada. Esto ha incluido actividades tan diversas como webinars y video-cápsulas en redes sociales; entrevistas en medios de comunicación internacionales, nacionales y locales; charlas dirigidas a mesas comunales y a público infanto-juvenil; capacitación a cuidadores y niñas y niños de residencias SENAME; un curso epidemiológico gratuito y abierto de seguimiento de casos y contactos de personas con COVID19; sólo por nombrar algunas.

En lo personal y como parte de mis labores he participado como panelista en diversos streamings y ya he dado por lo menos unas 20 veces mi charla “El ABC del COVID19” a distintos tipos de público, en que de forma muy didáctica trato de explicar conceptos que considero claves para comprender a cabalidad por lo que estamos atravesando y cómo cuidarnos en forma correcta. Siempre las preguntas son similares, el feedback es muy bueno y la conclusión que yo me llevo para la casa es la misma: desde que comenzó la pandemia nos hemos llenado de datos, términos técnicos, gráficos, cifras, proyecciones, pero hay una falencia enorme de comunicación pública efectiva de la ciencia del COVID19. Creo que ha faltado desde las autoridades y fuentes expertas el poder entregar información concreta, que explique en un lenguaje simple -pero no por eso carente de datos duros- el cómo y por qué el riesgo de una reactivación de la epidemia en las distintas comunas es constante, por qué las cifras de casos confirmados diarios son sólo fotografías de algunas personas que se contagiaron hace una o dos semanas- y por ende el número real de contagios es mucho mayor- y por qué en la medida que vamos  teniendo más libertades de movimiento es cuando más debemos cuidarnos.

Lo que señalo anteriormente creo que a llevado ha tener una comunidad con una baja percepción de riesgo de contagio y nos ha hecho olvidar algo que, de hecho, creo que debe ser uno de los estandartes del nuevo Chile que estamos construyendo: vamos a ganarle a la pandemia solamente si pensamos con una mirada colectiva social, “yo me cuido, para cuidarte a ti”.

 

columna de opinion FECI2020

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