Fuente: Uniminuto Radio Por Cristian Ascencio
Según el programa de las Naciones Unidas para el Medioambiente, el 60% de las especies terrestres y de agua dulce se encuentran en Latinoamérica, la región más biodiversa del mundo, es decir, la que tiene mayor variedad de seres vivos.
En efecto, en el continente hay íconos mundiales de la biodiversidad, como la Amazonía, que alberga al 10% de las especies que habitan el planeta. Y eso, solo contando lo conocido: con frecuencia aparecen nuevas plantas, peces, mamíferos, aves o insectos en algún rincón latinoamericano. Por ejemplo este año investigadores confirmaron el descubrimiento de dos peces coloridos en el Amazonas. Uno de ellos, el Poecilocharax rhizophilus, es el ciprínido de agua dulce más pequeño encontrado hasta ahora.
Jaime Pizarro-Araya, entomólogo de la Universidad de La Serena, ha participado en el descubrimiento de 50 nuevas especies de artrópodos en esa zona, entre ellas el tenebrio de las dunas, un escarabajo que habita en el Parque Nacional Pan de Azúcar.
Pero hace poco hizo un descubrimiento en el sentido contrario: una especie que se extinguió. “Después de 15 años de estudio, propusimos al Ministerio del Medioambiente que un coleóptero de una isla en Huasco, se clasifique como extinto. Sería el primer insecto oficialmente extinto en Chile”. En ese caso, explica Pizarro, la actividad industrial en la zona donde vivía el coleóptero podría haber influido en su desaparición. Pizarro explica que además de la biodiversidad, es importante proteger estas especies por su endemismo, es decir que se trata de animales y plantas que en el mundo solo se encuentran en un lugar. “Por eso mismo no sabemos cuántas especies ya desaparecieron sin siquiera haber sido descubiertas”.
También este año el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas de Perú anunció el descubrimiento de una especie de árbol en la región de Loreto, al que llamaron Virola parvusligna, que significa árbol pequeño en latín.
Pero aún estas ‘nuevas’ especies podrían desaparecer, pues la humanidad ejerce una presión feroz sobre los ecosistemas. De hecho, en el caso de los peces recién identificados, los investigadores ya advirtieron que están en peligro de extinción.
Murilo Pastana, investigador postdoctoral del Museo Nacional de Historia Natural del Smithsonian Institution, y participante en el equipo que descubrió los pececillos, dijo a CNN que “vimos el bosque en llamas, camiones madereros llevándose enormes árboles y parches despejados convertidos en pastos para el ganado. Esto nos hizo sentir mucha urgencia por documentar estas especies y publicar este trabajo lo antes posible”.