Porque la violencia de género también está en lo cotidiano: Capacitaciones en salud mental continúan en la Facultad de Ciencias

La violencia de género no siempre es física. A veces se disfraza de silencio, de bromas, de gestos que muchas personas consideran normales. Esa fue una de las ideas centrales del tercer módulo del Programa de Monitores y Monitoras en Salud Mental con Perspectiva de Género, una iniciativa del Núcleo de la Salud de la Facultad de Ciencias de la Universidad de La Serena.

Esta vez, la capacitación estuvo a cargo de profesionales del Departamento de Equidad y Género, por lo que se centró en el abordaje y comprensión de las violencias de género, trato digno y reconocimiento a las diversidades y disidencias sexuales, siempre desde una mirada de Derechos Humanos.

Camila Callejas, Trabajadora Social de este departamento, dejó un claro mensaje al respecto: “La violencia no es solo gritar o golpear. También es ignorar a alguien, burlarse de su identidad o hacer sentir a otra persona que su voz no vale”.Desde su rol, trabaja tanto en la prevención de las violencia como en el acompañamiento a quienes hacen denuncias.

Callejas explicó que una de las barreras más grandes para erradicar la violencia de género es que muchas veces está normalizada o justificada desde una concepción sociocultural. “Por eso es clave que quienes se están formando, especialmente en el área de la salud, tengan las herramientas para identificarla y actuar”, dijo.

¿Qué tipos de violencia existen?

Durante el módulo se analizaron distintas formas de violencias, muchas de ellas presentes en la vida cotidiana: física, psicológica, sexual, económica, patrimonial, social o vicaria (amenazas ejercidas a través de la instrumentalización de  los hijos e hijas).

“No es necesario presenciar un acto físico para estar frente a una situación de violencia”, explicó Callejas. “Por eso es importante aprender a mirar con otros ojos lo que ocurre en nuestros entornos y relaciones interpersonales”.

¿Y qué hacer cuando alguien cuenta una experiencia de violencia?

Uno de los principales objetivos del módulo fue entregar herramientas para acompañar y derivar oportunamente a quienes viven situaciones de violencia, acoso y/o discriminación.

“No se trata de ser especialistas, sino de saber escuchar, no juzgar y ofrecer apoyo. Y si es necesario, orientar a las personas hacia los canales institucionales adecuados”, explicó Callejas.

En este sentido, las personas capacitadas a través del programa de monitores y monitoras en salud mental pueden ser un apoyo sólido frente a este tipo de situaciones en el entorno universitario.

¿Por qué es importante hablar de género en la universidad?

La equidad de género es, para Callejas, una base para la salud mental y la convivencia en espacios educativos.

“Visibilizar las desigualdades históricas no es solo una tarea académica. Es también una forma de transformar los espacios en los que estudiamos y trabajamos”, dijo.

Y añadió: “La inclusión de las diversidades y disidencias sexuales es parte de ese compromiso. Estamos hablando de grupos históricamente marginados. Garantizar un trato digno e igualitario mejora la calidad de vida de todas las personas”.

¿Dónde pedir ayuda o hacer consultas?

El Departamento de Equidad y Género de la Universidad de La Serena mantiene abiertos varios canales de comunicación: Instagram institucional, donde publican actividades y materiales educativos @equidadygenerouls. O en su página web: https://equidadygenero.userena.cl/

Este tercer módulo se suma a una serie de encuentros que buscan formar a estudiantes, funcionarios y académicos, del área de la salud de la Facultad de Ciencias, como agentes activos en la promoción de la salud mental con enfoque de género.

Si quieres revisar lo que se abordó en sesiones anteriores, puedes consultar el resumen del primer módulo sobre autocuidado o el segundo módulo sobre salud mental comunitaria en el instagram de @cienciasuls.