Proyecto OCRE USerena se sumará a red nacional de magnetómetros

El Observatorio Científico Regional Escolar (OCRE), de la Facultad de Ciencias de la Universidad de La Serena, dio un paso clave en su desarrollo al integrarse a la red del proyecto OESTE, una iniciativa nacional que conecta colegios con la ciencia a través de instrumentos científicos relacionados al campo magnético de la tierra.

La incorporación se concretó el pasado 7 de agosto, durante el 1er Encuentro OESTE, realizado en Chillán y organizado por la Universidad Adventista de Chile.

Allí, OCRE USerena compartió escenario con universidades, colegios y centros científicos en una jornada que buscó un objetivo común: acercar la ciencia a las aulas y poner a estudiantes en contacto directo con fenómenos globales como el campo magnético terrestre.

El proyecto Observatorio Escolar de Tiempo Espacial (OESTE), apoyado por la fundación estadounidense ARDC, está desplegando una red nacional de diez magnetómetros en establecimientos escolares, muchos de ellos rurales.

Estos instrumentos permiten medir variaciones del campo magnético de la Tierra y, al mismo tiempo, formar a estudiantes en ciencia espacial desde edades tempranas, generando datos abiertos con valor para la comunidad científica internacional.

“La proyección es formar una red nacional, con al menos un magnetómetro en cada región de Chile. Así podríamos contrastar los datos y tener una imagen completa del campo magnético terrestre a nivel nacional. Esto no se ha hecho antes en Chile; sí existe en países como Estados Unidos o en Europa, que tienen más acceso a esta tecnología. Lo especial de estos magnetómetros es que son de bajo costo”, explica Felipe San Martín, estudiante de Pedagogía en Matemática y Física, quien es parte activa del proyecto OCRE.

Ciencia hecha por estudiantes

OCRE-ULS, impulsado por la Facultad de Ciencias de la Universidad de La Serena, viene desarrollando desde hace años una red de observatorios escolares con estaciones meteorológicas y un primer sismógrafo en operación.

La meta es clara: crear verdaderos laboratorios en los liceos, donde los propios estudiantes, junto a sus profesores, sean protagonistas de la recolección y análisis de datos sobre fenómenos ambientales y sociales.

Al respecto, San Martín expresa: “en la escuela nos enseñan las leyes ya descubiertas, a resolver cálculos matemáticos. Pero eso es aprender lo que ya está hecho, no vivir el proceso científico. Con los magnetómetros los estudiantes podrán medir la naturaleza en tiempo real, trabajar con datos estadísticos, hacer predicciones sobre el tiempo espacial —que estudia la interacción entre el Sol y la Tierra—, y practicar habilidades científicas como la comunicación de resultados al público”.

Además, algunos de los representantes del proyecto durante el encuentro fueron los académicos Luis Tamblay Varela y Silvia Cerna Ortega, junto a los estudiantes Katherine Calfupán y el mismo San Martín.

Más allá de las fronteras locales

El encuentro en Chillán no solo fue una vitrina para mostrar los avances del proyecto en la Región de Coquimbo, sino también un espacio de intercambio con universidades como la de Concepción y el Bío-Bío, además de iniciativas como el PAR Explora Ñuble. Con charlas, mesas pedagógicas y debates sobre educación STEM, la jornada dejó en claro que la ciencia escolar en Chile vive un momento de expansión.

Por último, el futuro profesor resalta lo importante de que los estudiantes “puedan optar por carreras científicas en el futuro, un área donde hoy existe una disminución de interés en el país”.