La jornada incluyó la presentación de los resultados del trabajo realizado en colegios y el reconocimiento a quienes participaron en los talleres, salidas y demostraciones científicas que marcaron el desarrollo del proyecto.

El Salón Hexágono de la Universidad de La Serena fue el escenario de la ceremonia de cierre del proyecto “Del microscopio al telescopio: de la vida dentro de una gota de agua a las estrellas lejanas”, iniciativa que durante el año llevó actividades científicas a diversos establecimientos educativos, acercando tanto la biología microscópica como la astronomía a estudiantes de la región.
Edgardo David Mundaca, paradocente del Departamento de Astronomía y creador del Micro-Hoek, valoró especialmente el trabajo en terreno con comunidades educativas pequeñas. “Este año lo más lejos que fuimos fue a Paihuano. Y lo más lindo es trabajar con los estudiantes de colegios unidocentes. Fue una experiencia única”, destacó.
El entusiasmo por divulgar la ciencia también estuvo presente en la voz de los estudiantes universitarios. Luciano Crisosto, de la Licenciatura en Astronomía, relató su experiencia. “Me dedico a hacer charlas a niños de cuarto o quinto básico sobre las estrellas. Lo que más me gusta enseñarles es la vastedad del universo y la importancia de la ciencia en todo, porque sin ciencia no somos nada”, afirmó.
Asimismo, la encargada del Laboratorio de Astronomía, Kathia Hernández, subrayó cómo el proyecto motivó tanto a escolares como a los propios monitores. “Ver cómo los colegios poco a poco se van interesando en el estudio de las ciencias astronómicas, y cómo cada niño tiene preguntas distintas, es muy motivador. Uno vuelve a tener esa mente de niño, querer aprender más para poder enseñarlo”, señaló.
Agregó además que la colaboración con el equipo de Pedagogía en Biología y Ciencias Naturales amplió su propia mirada científica. “Estoy muy agradecida por todo lo que me ha entregado el proyecto”, expresó.
El estudiante de Pedagogía en Biología y Ciencias Naturales, Ross Mae Véliz, compartió cómo el acceso temprano a la microscopía definió su vocación. “Hay muchos niños que no tenían la posibilidad de ver porque los microscopios son muy caros. Conocer el Micro-Hoek fue genial porque yo nunca había visto la célula. Eso me llevó a estudiar biología, y cuando supe que David trabajaba acá, quise entrar al proyecto”, recordó.
En su discurso, el académico Dr. Rodomiro Osorio resaltó el reconocimiento internacional que ha alcanzado la herramienta desarrollada en la USerena. “Micro-Hoek hoy es reconocido a nivel mundial como el capturador de imágenes microscópicas más barato de todo el mundo”, afirmó.
Con una visión de futuro, el equipo del proyecto expresó su deseo de ampliar su alcance durante los próximos años: ofrecer más talleres y cursos para colegios, fortalecer la participación estudiantil y seguir generando espacios de vinculación científica en la región. “Esperamos poder hacer crecer el equipo y que más estudiantes de colegios puedan acercarse, participar y aprender con nosotros”, proyectaron.

















