Fuente de la noticia: EsHoy
En la discusión diaria nos damos cuenta de que el modelo establecido está al límite, por eso las nuevas generaciones han planteado la necesidad de repensar la forma en la que vivimos para seguir construyendo sociedades más justas e inclusivas. En este escenario, la igualdad y la integración deben constituir un pilar fundamental en el desarrollo de las personas en todo sentido, uno de los cuales es el área de ciencias, que incluye física, ingeniería, biología, STEM, entre otras.
Amelia Ramírez Rivera es astrónoma y Decana de la Facultad de Ciencias de la Universidad de La Serena. Es de esas mujeres que se abren paso, y terminan liderando esas áreas que eran reservadas tradicionalmente para hombres.
Desde muy pequeña Amelia le encantaba mirar el cielo, “seguía el camino de algunos satélites, de los pocos que existían en la época”, nos narra. La docente cuenta que entre tanta búsqueda halló su amor por la astronomía, aunque en un principio lo veía como hobby, pero luego aflora su fascinación por las matemáticas y luego por la física.
Ramírez es una mujer apasionada por lo que hace y reconoce que “me encanta la emocionalidad de entender la evolución del ser humano, del mundo y del universo a través de las leyes de la física y también un poquito de filosofía, pero es el método científico nos ha dado muy buenas herramientas”, confiesa.
Esencia de mujer en la ciencia
La principal línea de investigación de Amelia Ramírez es la astronomía extragaláctica, particularmente relacionada con el estudio de grupos y cúmulos de galaxias. A ella le encanta estudiar e ir aumentando sus conocimientos día a día.
Además, cuenta que es afortunada de estar en un espacio donde no ha sufrido discriminación, aunque menciona que otras colegas, de otras áreas, han sido discriminadas”. Asimismo, agrega que antiguamente algunas astrónomas tuvieron una larga lucha para acortar la brecha de género, ya que los observatorios en su mayoría eran solo para hombres.
Amelia destaca la relevancia que tiene el trabajo colaborativo: “creo que es importante el punto de vista que aporten los diferentes géneros”, dice. En esa línea, la científica comenta que una de las ventajas que tienen las mujeres que trabajan en su área es que “tienen la capacidad de hablar con un niño de tres años y con alguien que puede ser más grande”.
En este sentido, la doctora en Astronomía que en la investigación “no debe ser relevante si es hombre o mujer, sino la capacidad que tiene. En eso estamos trabajando para generar esos espacios”.
Cuidar a otros: ¿Cosa de mujeres?
Actualmente, los índices de desempeño laboral de las mujeres fuera del espacio doméstico han subido con respecto a años anterior, no obstante, los roles de género siguen afectando los hogares chilenos, pero manifestándose de diferentes formas.
En este contexto, es importante mencionar que hoy a pesar de que existan ciertos servicios asociados a prestación de servicios públicos para el cuidado infantil, de personas mayores y otras en situación de dependencia, el panorama es desalentador, ya que estos servicios son de cobertura pública baja, y, por otro lado, en el mercado las opciones son muy caras.
Con relación al rol de los cuidados que ha estado ligado a las mujeres desde tiempos ancestrales, Amelia Ramírez recuerda que participó de un momento donde mujeres profesoras buscaban asentar términos básicos para trabajar: “¿será que en los observatorios deberían tener jardines infantiles para las mujeres o con quien yo dejar a mis hijos para poder estar cerca de mis hijos?”, cuestiona la científica.
Luego, durante la conversación, reflexiona y plantea que lo anterior “cuando era joven lo encontraba irrelevante, pero después me di cuenta de que es muy importante, ¿Quién cuida a nuestros hijos o padres que están envejeciendo? Casi siempre es la mujer, por lo tanto, para ir con plena libertad a hacer una investigación es necesario que se considere quien cuida en la familia”.
En este mismo sentido, Amelia destaca el apoyo que ha tenido de su pareja en estos años, pues menciona que comparte sus proyectos y la ayuda. También cuenta que “tomé la decisión de tener una sola hija, tal vez si hubiésemos tenido dos quizá ahí hubiera sido más complejo”.
Además, la investigadora plantea que “es importante que el hijo ande con uno, si te lo aceptan en los lugares donde tú trabajas es posible ser mamá en los minutos entremedio (…) y el hijo observa lo que hace la madre y entonces empieza a tomar una admiración diferente que la vea llegar cansada o agotada, pero no entienda por qué”.
Brecha género en ciencia
Las tituladas de pregrado en STEM son solo el 7%, además representan el 35% del personal investigador y sus sueldos son hasta un 23% inferiores al de hombres, según datos Ministerio de Ciencia.
En relación con las solicitudes de patentes, en los últimos siete años el porcentaje de mujeres ha variado entre un 17% y un 25%. De acuerdo con los datos ministeriales, en el año 2019 el indicador fue un 22%, y solo el 34% de las personas con doctorado que han creado en esos contextos, fueron mujeres.
Amelia reflexiona y apunta que “creo que las brechas no están en los cargos ocupados, están en los poderes de decisión. Por ejemplo, para los cargos técnicos hay muchas mujeres, pero cuando designan a los lideres y jefes de proyecto, son los hombres, eso se nota en la región”.
Es imprescindible retomar la discusión sobre las brechas de género que persisten en el ámbito educativo y científico, ya que son aspectos fundamentales para la construcción de una sociedad más justa para todos y todas.